25 de marzo de 2013

Suede – Bloodsports

YEAH YEAH YEAH, Por fin!!! Que alegría escuchar a Suede en todo su esplendor 11 años después. Los londinenses vuelven para deleitarnos con un disco, cuyo mejor adjetivo es que, es Suede en esencia, en este álbum nos encontramos lo mejor de la banda precursora del Britpop de comienzos de los 90. Después de una cuidada vuelta a la escena, la cual, comenzó con la publicación de unos grandes éxitos en 2010, continuó con la reedición de algunos de sus discos y culminó con la vuelta exitosa a los escenarios (SOS 4.8 en el 2011); Por fin tenemos el disco en el mercado y a pesar que, gran parte de la crítica vaticinaba que esto iba a ser un fracaso, señores, se han equivocado, discazooooooooooooo!

Estamos hablando de historia viva de la música actual, cuando Suede se formó corría el año 1989, la formación original era Brett Anderson (Voz), Bernard Butler (Guitarra), Matt Osman (Bajo) y Simon Gilbert (Batería); como curiosidad indicar que, de manera fugaz a los comienzos se unieron a la banda Mike Joyce, batería de The Smiths y Justine Frischmann la que fuera líder de Elastica y por aquella época novia de Brett (posteriormente le dejaría por Damon Albarn de Blur). En aquellos años el grunge y el indie rock americano copaban los éxitos de la música independiente, los británicos, acostumbrados a llevar la voz cantante, se vieron sin respuesta (Con la salvedad de Manic Street Preachers y su Generation Terrorist que está a la altura de cualquier disco que se publicara en esos años) ante tal avalancha creativa desde el otro lado del charco, con The Simths desaparecidos, Stone Roses metidos en mil historias, solo bandas como Depeche Mode, The Cure y New Order mantenían el tipo y por aquella época ya eran clásicos. En ese escenario Suede publica su primer single The Drowners, al que seguiría el álbum debut Suede, un disco que a día de hoy se ha convertido en universal, la crítica se rindió a sus pies y los fans también, estamos ante lo que fue el nacimiento del Britpop que, posteriormente marcaría el resto de la década con Suede como uno de sus máximos exponentes.


Suede tocó fondo con la publicación del maniatado A New Morning en el 2002, la gente estaba cansada después de una década con las mismas referencias musicales y la banda, sin el ímpetu necesario, intento reinventarse y lo que consiguió fue hundirse, tanto que, han pasado 11 años hasta el disco que nos ocupa, entre medias, proyectos en solitario de Brett y la castigada formación The Tears (junto con Bernard Butler que dejo la banda antes de publicar Dog man Star 1994 y en gran parte responsable del sonido de la banda) que no llegaron a nada. No es nada fácil un retorno así, de hecho, nadie daba un duro por ellos, los grandes gurús bocachanclas de la crítica, solo hacían que presagiar que todo esto sería un fracaso sin ni siquiera prestar atención a lo que estaban haciendo que, no era más que trabajar en un álbum de Suede en estado puro. Para ello mantienen la formación del exitoso Coming Up 1996, con el productor de sus tres primeros discos Ed Buller (White Lies, Pulp entre otros), en palabras de Brett : “No intentamos reinventar el sonido del grupo, hacer eso sería un desastre. Creo que, posiblemente, es lo que fue mal en nuestros últimos dos discos: no sabíamos qué hacer con ese sonido, así que buscamos caminos nuevos, con resultados desiguales. Pero éste va de hacer grandes canciones, grandes ganchos guitarreros, de mostrar el poderoso sonido del grupo. Suena a Suede y creo que os gustará. No os preocupéis: no suena a nada parecido a A New Morning”. Y os podéis preguntar ¿A que suena Suede? Pues para mi suena: alegría, energía, amor, desamor, noche, lujuria, sexo, drogas, vacío, plenitud, tristeza, glamour, amistad, decepción..... Es decir un prisma de la vida misma desde un sonido, en mi opinión, sencillamente genial, fantástico y brillante. Estamos ante 10 temas de lo más Suede, con lo mejor de la banda: los registros liricos de Brett son simplemente magistrales, la personalidad que le da a los temas es inconfundible, las guitarras de Richard Oakes (guitarra fichado tras la marcha de Bernard Butler con tras solo 17 años y después de un anuncio en NME ) son consistentes, sus rifs pegadizos y acompañando la melodía de manera excelente. Aquí os dejo el tema que abre el disco:
Como podéis ver soy fan confeso de Suede, pero os digo, tratando de ser lo más objetivo posible, que el disco es fabuloso. En palabras de Brett el álbum: “Va sobre la lujuria, sobre el inacabable y carnal juego del amor. (…) Son diez canciones furiosas, de nosotros mismos volviendo a lo que Suede siempre han sido: drama, melodía, ruido” la portada del disco, teniendo en cuenta estas palabras, va como anillo al dedo y de marcado estilo Suede. Haciendo memoria no me viene ningún ejemplo de un retorno así de triunfal en los últimos años, quizás sea casualidad pero han vuelto al mismo tiempo que David Bowie una de las mayores referencias de la banda. Para mí Suede son días de vino y rosas, hedonismo absoluto, buen rollito, amor, amistad, paz y un largo etc. Que vengan alumbrarnos la primavera que, para mí está siendo bastante gris, es toda una alegría y me engorila mazo que la música me produzca estas sensaciones, espero que a vosotr@s también. Bienvenidos.

1 comentario:

  1. Ya me lo he bajao, el tema que abre el disco es puro suede, oiremos el resto.
    Tuuu, cacho feo, deja ya de hacer copia pegas con las criticas!!jajaja

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