Segundo trabajo en solitario del cantante y líder de Interpol, esta vez ha dejado atrás el
pseudónimo Julian Plenti que utilizó
en su anterior trabajo para usar su nombre y no solo eso, sino que, ha titulado
el disco con su apellido, puede ser que para hacerlo más personal y mostrar que
realmente tiene intención que sea un solo álbum aparte de Interpol.
El disco fue concebido durante la pasada gira de Interpol que prácticamente duró dos
años, según el propio Paul después de
tantos conciertos se “encontraba ahogado en el sonido” y el pensar y componer
este álbum le servía de vía de escape y diversión. El disco tiene cosas de Interpol claro, es prácticamente imposible que no suene algo pero
no es ni mucho menos un álbum de la banda de New York.